Escucha atento porque este empresario es de mis preferidos.
Richard Branson, con apenas 16 años, deja la escuela.
Él tenía claro que aprendería más de la vida que de un sistema que lo consideraba un fracaso.
Por cierto, era disléxico.
Así que si piensas que «no eres bueno con los números» o «te cuesta aprender», no es una excusa.
No tenía dinero, pero sí instinto y mucha pasión: si hay un problema, hay un negocio.
Lo primero que monta es la revista Student.
Después montó una tienda de discos por correo.
Y después monta su propio sello discográfico.
Así hasta crear más de 200 empresas.
Lo suyo era puro instinto.
Su lema era «Que le den, vamos a hacerlo»
Y así fue. Ha entrado en el sector de la salud, trenes, telefonía móvil, audiovisual, finanzas…
Ahora, hablemos de ti.
Mira, no necesitas el permiso de nadie.
Ni esperar a tener dinero para montar la empresa perfecta.
Lo que necesitas es ponerte en marcha antes de que otro lo haga por ti.
Richard Branson no se quedó quieto escribiendo el modelo de negocio perfecto.
Simplemente vio una oportunidad y se lanzó.
Era (y es) impulsivo.
Pero lo importante eres tú.
Por eso si estás esperando a que todo sea perfecto, pierdes el tiempo.
De verdad.
Eso es procrastinar (palabro).
Y yo de eso sé un rato.
En cambio, haz lo siguiente: prueba a ver si tu producto o servicio tiene demanda.
Aunque no lo tengas todavía.
Hazme caso.
¿Qué puede pasar? Si nadie lo quiere, no pierdes tiempo. Ni dinero.
Si a la gente le gusta, lo creas y lo vendes porque ya sabías que tenía salida.
Estamos en un momento en el que gana la velocidad a la perfección. Y yo he muerto varias veces por buscar la perfección de algo «que nadie quería».
La velocidad gana. Siempre.
Volviendo al caso de Richard Branson…
Virgin, la empresa que creó (sí, virgen), no era sólo una empresa, era una actitud.
Su sello era la provocación. Y por eso llenaba portadas de periódicos, radio y televisión.
Él lo sabía.
La sonrisa de Branson, su manera de desafiar a las viejas aerolíneas de toda la vida era lo que lo diferenciaba de los demás.
Y tú tienes que hacer lo mismo.
Y con eso no te quiero decir que hagas lo que hizo él.
Lo que quiero decir es que seas tú mismo, sin prejuicios .
Y eso le encantará a tu cliente porque eres único. La clave es ser diferente.
Y está claro que no gustarás a todos. Pero eso es bueno. Es imposible gustar a todo el mundo.
Cuanto menos gustes a unos más gustarás a otros. Llámale equilibrio, pero eso es así.
No seas uno más. No vendas «consultoría» o «diseño web». Eso es aburrido.
Vende un concepto que la gente no pueda ignorar. Tu propio estilo. Una manera de hacer las cosas que haga que te elijan a ti y no a la competencia.
Y si esto fuera poco, ahora tienes la tecnología de tu parte. Gratis.
(O casi si te lo tomas en serio y la usas a menudo).
Antes (Sir) Richard Branson tenía que contratar equipos enteros para cada cosa. Tú, con la IA, puedes hacer en una tarde lo que antes requería semanas de trabajo. Tú solo.
De verdad, hazme caso. La inteligencia artificial está para los que saben aprovecharla. Es un apoyo fantástico si sabes aprovecharte de ella.
A ver… no la uses para preguntarle cuál es la capital de Francia. Seamos serios.
Si no la usas, estás desperdiciando la mayor revolución tecnológica desde internet.
Despierta.
Aprende de los mejores.
Haz que entre dinero desde el primer día.
Crea un producto digital, ofrece servicios, afiliados, suscripciones de pago. Da igual.
Busca tu modelo. Pero vende.
Gana dinero y libertad.
De verdad, arriésgate. Los ganadores son los que arriesgan.
Una y otra vez.
Y no lo harás a la primera (o sí, quién sabe).
Lo importante es la mentalidad y la insistencia. Porque en cada intento aprenderás un poco más.
Hasta que des con la tecla.
Richard Branson no esperó a que nadie le diera permiso.
No hay un momento perfecto. Ni garantías.
Sólo hay acción.
¡Muévete ya! Mañana, no.
Hoy.
PD. No tiene que ser perfecto, como perfecta no es esta publicación. La he escrito desde dentro, sin pensar.
PD2. Como tampoco van a ser perfectos los emails que te voy a mandar a tu buzón. Pero saldrán desde el corazón y tratarán de ayudarte cada día.